Ser madre me ha hecho ser mejor persona

Daniela Michel
5 min readMay 7, 2020
Photo by Daria Obymaha from Pexels

El otro día estaba perdiendo tiempo en Instagram cuando leí una frase de Malasmadres que decía: “que tu M de madre no aplaste tu M de mujer”.

Lo que más me gusta de esta comunidad es que abordan temas que me interesan particularmente, como la conciliación, la maternidad, el reparto de tareas en casa…y a menudo con mucho humor. Pero esta frase en concreto se me quedó un rato en la mente. Y es que, aunque reconozco que a veces ser madre ha ocupado casi todo el espacio de mi vida, en mi caso la maternidad no ha aplastado lo demás, sino que me ha hecho crecer y convertirme en mejor persona. Así que me gustaría compartir con vosotros los aspectos en los que ser madre me ha ayudado:

1) EL TRABAJO. Me he vuelto más eficaz. Antes, me dispersaba o me costaba establecer una lista de prioridades de lo que tenía que hacer. Ahora, desde que soy madre, he aprendido a organizarme según la clase te tarea que tenga que hacer. Digamos, por ejemplo, que tengo tres cosas en mi agenda: una es mandar un e-mail para pedir información que me permitirá seguir adelante con mi trabajo en cuanto reciba una respuesta; otra no es urgente pero me llevará más de una hora; y por último, una tarea urgente que cuanto antes haga, mejor.

Antes de seguir, me gustaría volver a mi vida como madre. Como madre, sé que necesito ducharme, pero no podré hacerlo hasta que el bebé no esté durmiendo. También tengo que poner una lavadorada, y sé que la lavadora puede funcionar mientras me ducho. Además, tengo que dar de comer al bebé y probablemente se duerma justo después. Este “tetris” de quehaceres se resuelve poniendo primero la lavadora, para que mientras funcione, pueda darle de comer al bebé, y una vez que se haya dormido, me podré duchar. Pues en el trabajo, igual. Primero mandaré ese e-mail pidiendo información para que así, una vez mandado, pueda trabajar en otras cosas en vez de estar esperando la respuesta. Después es conveniente hacer eso tan urgente que no me llevará mucho tiempo. Y por último, me puedo dar una pequeña recompensa (como un café) antes de concentrarme en esa otra tarea que lleva más tiempo.

Por otra parte, también he aprendido a establecer prioridades. Si esta noche sólo pude dormir cuatro horas y la casa está patas arriba, pero el bebé ¡por fin! duerme, ahora no es el momento de limpiar. Es el momento de dormir. Y lo mismo pasa en el trabajo. Si tengo que mandar un informe sí o sí hoy, mejor concentrarse en el contenido y no perder tiempo con detalles superfluos. Seamos sinceros: a nadie le importa si usas guiones o asteriscos en esta o aquella diapositiva.

2) SER CONSCIENTE DE LO VERDADERAMENTE IMPORTANTE. Si esta epidemia de coronavirus hubiera pasado cuando estaba recién casada, sin niños, hubiera vivido este período de forma muy diferente. La principal razón es que, desde que mis hijos nacieron, mi prioridad número uno es su seguridad. Antes de ser madre, me creía invencible, o si me apuráis, inmortal. Pero desde el momento en que cogí a mi primer hijo en brazos, tomé conciencia de que nuestra vida no es infinita. Y saber que su vida dependía de la mía hizo que mi lista de prioridades cambiara por completo. Así que, como decía, si esta pandemia hubiera pasado hace cinco años, me hubiera preocupado por mis ingresos, por no poder ver amigos y familiares, por mis vacaciones fallidas, o incluso por no poder ir de compras. Pero ahora, lo único que de verdad me importa es la salud y bienestar de mi familia, y baso todas mis decisiones en esos dos criterios. Mientras mi familia tenga salud y seguridad, todo lo demás ya llegará, aunque lleve tiempo.

3) DESCUBRIR QUIÉN SOY. Aún soy relativamente joven, lo que quiere decir que fases como la infancia, la adolescencia o mis primeros años como adulta no quedan tan lejos. A menudo estas fases nos cambian, y conforme vamos dejando una atrás y entrando en otra, sentimos que hemos crecido como personas. La gente que nos rodea en cada una de esas fases también cumple un rol clave en la forma en que cambiamos. En mi caso, esta nueva fase de madre (y con la ayuda de mis hijos) me ha hecho descubrir (o a veces, redescubrir) toda una serie de rasgos de personalidad que, la verdad sea dicha, me encantan. He redescubierto la alegría que me proporciona cantar, bailar y jugar. Si hace felices a mis niños y nos permite pasar un buen rato, me da igual cantarles en público, o leerles cuentos imitando voces. También he descubierto que soy bastante paciente (no todos los días, obviamente) y que no me importa dejar de lado normas estrictas como “no jugar durante las comidas” o “no hay postre si no os acabáis el plato” porque a veces, un poco de flexibilidad puede permitir a todo el mundo pasar un mejor rato que media hora de gritos y rabietas. Y algo que para mí es completamente nuevo es el haber desarrollado la necesidad de salir todos los días a que nos dé el aire. Yo siempre fui más de quedarme en casa leyendo y tomándome un café, pero desde que soy madre he observado que salir un rato cambia la dinámica del día, haciéndolo más variado y divertido. Y si la salida incluye estar cerca de la naturaleza, mejor todavía.

Sé que la mayoría de lo que he escrito aquí puede parecer obvio una vez que lo leéis, pero para los que acaban de ser padres no siempre lo es. Creedme que sí entiendo lo que Laura de “Malasmadres” quiso decir con “que tu M de madre no aplaste tu M de mujer”. Entiendo que a veces la maternidad puede ser arrolladora y hacer que olvidemos reservarnos un par de horas para alimentar a la mujer que somos. Para mí, eso equivale a reservarme un par de horas a la semana para escribir y hacer yoga todos los días a primera hora. Claro que salir con mis amigas de copas de vez en cuando es genial. Claro que ir de tiendas yo sola de vez en cuando me encanta. Pero sólo lo “necesito” de vez en cuando, porque la persona en que me he convertido gracias a mis hijos es mucho más feliz, y se siente mucho más satisfecha con la vida, que la que era sin ellos.

--

--

Daniela Michel

Writer. Learning as I write — and hoping my readers will help me become a better writer.